El melancólico fado se convirtió este domingo en motivo de orgullo y alegría de Portugal después de que la Unesco certificase su preservación al declararle patrimonio cultural inmaterial de la humanidad cuando el país vive sumido en la peor recesión que se recuerda.
Por un día, los intereses de la deuda, el déficit y los planes de ajuste de la 'troika' fueron desplazados en los telediarios por el singular fado, el género musical luso por excelencia que 'La Reina' Amália Rodrigues (1922-1999) contribuyó a divulgar en todos los continentes.
Cuando este domingo a mediodía, hora portuguesa, el comité de la Unesco decidió en Bali (Indonesia) nombrarle patrimonio, no sólo portugués, sino de toda la humanidad, muchos olvidaron por un instante las penurias económicas que afronta el país y cientos de lisboetas corrieron al Museo del Fado para conmemorar el galardón.
"Este reconocimiento constituye un motivo de orgullo para todos los portugueses", proclamó enseguida el presidente de la República, Aníbal Cavaco Silva.
La proyección internacional del género, asociada a la promoción de Portugal y su lengua, fue una de las principales ventajas del premio, según varios artistas y políticos. "Sirve para divulgar más la cultura portuguesa. El fado es el género que mejor define nuestra personalidad como pueblo", dijo Ana Moura, una de las artistas de la nueva generación que ha rejuvenecido este estilo musical.
Como bien inmaterial de la Humanidad, el fado no recibirá fondos directos, pero se beneficiará de un plan de salvaguarda que debe cumplir durante los próximos cuatro años que incluye la modernización de archivos sonoros, la reedición de obras antiguas y su divulgación en las escuelas.
fuente
No hay comentarios:
Publicar un comentario