Un día como hoy pero hace 110 años nacía un genio de la trompeta y del Jazz, Louis Armstrong. Este mismo año, casi un mes atrás, se cumplieron 40 años de su muerte.Louis Armstrong, también conocido como Satchmo y Pops, fue un trompetista y cantante estadounidense de jazz.
Se trata de una de las figuras más carismáticas e innovadoras de la historia del jazz y, probablemente, su músico más popular.
Su final fue como el que muchos desearían: el 6 de julio de 1971, Louis Armstrong se quedó pacíficamente dormido para siempre.
Su modesta casa en el 107 del barrio neoyorkino de Queens es actualmente un museo cuyo jardín trasero esconde un pequeño paraíso. Allí vivieron Louis y Lucille Armstrong durante 30 años, cuenta Deslyn Dyer, de la casa museo Louis Armstrong. Incluso cuando "Satchmo" alcanzó la fama mundial y habría tenido dinero para comprarse un ático sobre los tejados de Manhattan, la pareja siguió viviendo allí donde se sentía entre sus iguales. "Aquí puede experimentarse la humildad de Armstrong", afirma Dyer.
El apodo Satchmo, o Satch, es una abreviación de Satchelmouth («boca de bolsa»). En 1932, el entonces editor de la revista Melody Maker, Percy Brooks, saludó a Armstrong en Londres diciendo «Hello, Satchmo!», abreviando Satchelmouth (probablemente, sin intención), y tal apodo tuvo éxito. A comienzos de su carrera también era conocido como Dippermouth («boca de cucharón»).
Ambas referencias tienen que ver con la forma en que embocaba su trompeta mientras tocaba. La situaba sobre sus labios de tal forma que tras muchas horas de interpretación, surgía en su labio superior una hendidura, de ahí el término «Dippermouth».
También el pasado lunes, fecha del presunto cumpleaños 110 de Armstrong, la casa de la pequeña barriada de Corona en Queens abría sus puertas a todo el mundo. La cama donde murió ha sido retirada, pero la cocina sigue siendo tan imponentemente azul como en los tiempos de Lucille.
El dormitorio tampoco ha cambiado apenas, dice Dyer. Si uno se toma su tiempo, se pueden escuchar grabaciones del sabio maestro: miles de horas en las que Armstrong hablaba, a veces solo, otras con amigos, sobre Dios y el mundo ante la grabadora.
"Quizá está casa no sea la más bonita", escribió un año antes de morir, "pero quien entra en el hogar de los Armstrong se encuentra cómodo y feliz". A ese sentimiento de felicidad le cantó el "rey del jazz" en el que podría ser su hit más famoso, "What a Wonderful World". Él sabía hacer feliz a la gente, tanto en el escenario como en su vida cotidiana. Siempre con un guiño de ojos y una sonrísa que atraían como un imán.
Armstrong se crió en la pobreza del barrio criollo de Nueva Orleans. Sus padres se separaron poco después de que él naciera. Tenía tan sólo 12 años cuando huyó de la policía con una pistola en mano y se escondió en un hogar para mendigos. Allí aprendió a tocar varios instrumentos, entre ellos la trompeta.
Después, dio lo mejor de su música acompañando a las orquestas de los buques de vapor. Junto a ellas, él y su jazz partieron por el Mississippi desde Nueva Orleans a Chicago. Y allí conoció a Joe "King" Oliver, su mentor y quien le enseñó los verdaderos escenarios y estudios.
A principios de los años 30, Armstrong estaba considerado como el mejor trompetista de jazz del mundo. Su incomparable voz rasgada y que además compusiera, formara su propia banda y se convirtiera en el primer negro con un programa de radio propio lo convirtió en una estrella única en el mundo del jazz.
A mediados de los 60, Armstrong logró incluso algo que nunca nadie habría pensado: sus hits "What a Wonderful World" y "Hello, Dolly" arrebataron a los Beatles el primer puesto en las listas de éxitos estadounidenses. En total, dejó como legado más de mil grabaciones discográficas, como solista y con los mejores de su tiempo.
Louis Armstrong un 'tanguero' apasionado
Aunque parezca increíble, Armstrong era un amante del tango. Tanto era así que, de forma anónima cuando iba a la Argentina frecuentaba algunos lugares para escuchar las Orquestas Típicas, tan de moda por aquellos tiempos en Argentina.
El Choclo, pero por Satchmo
Con el título "Beso de fuego" (Kiss of fire) se conoce a un tango estadounidense que, en 1952, firmaron en letra y música Lester Alien y Robert Hill, pero todo aquel que lo haya oído no puede dudar que su melodía reproduce las notas de "El choclo" que Ángel Villoldo compuso en 1903.
Desde ya que fue un hecho intencional, pero como la obra era demasiado popular, los "nuevos" autores se vieron obligados a reconocer que "Beso de fuego" estaba adaptado del de Ángel Gregorio Villoldo y así se aclara en la partitura original. De todas maneras, lo de "adaptado" tiene su razón de ser ya que Allen y Hill reformaron los dos últimos compases de la primera parte y en la segunda agregaron dos breves frases melódicas conclusivas, de típico carácter flamenco. La tercera parte, seguramente porque ya no resultaban comerciales obras tan extensas, fue lisa y llanamente excluida.
Louis Armstrong popularizó la nueva versión al llevarla al disco el 19 de marzo de 1955, para el sello Decca (28.177). Cuando la placa se reprodujo en nuestro país (Decca 333.317), la etiqueta agregó a los "autores" estadounidenses los nombres de Villoldo y los letristas Discépolo y Marambio Catán.
Adiós muchachos, otro tango con otro nombre
La música del tango de Julio César Sanders, "Adiós Muchachos" del año 1927 también fue "versionada" por Louis Armstong, el que en año 1951 lo grabó con otra letra que nada tiene que ver con la original de César Felipe Vedani.
"I Get Ideas" se llamó la versión en inglés del popular tango y llegó al puesto número 3 en el ránking de la revista Billboard. En los títulos de la canción aparecen como autores Lenny Sanders en la música y Dorcas Cochran en la música.
fuente1
fuente2
fuente3
fuente4
Investigación: éter-o-sónico [noticas sobre música]
No hay comentarios:
Publicar un comentario