Los análisis toxicológicos practicados al cuerpo de la cantante Amy Winehouse revelaron que no había drogas en su organismo cuando murió el mes pasado, según reveló un portavoz de la familia.
En un comunicado de prensa, el vocero de la familia, Chris Goodman, informó que las pruebas revelaron la presencia de alcohol, aunque todavía no se ha podido determinar si eso fue un factor en la muerte de la reina del soul británico.
Los resultados del resto de los exámenes de la artista se deberían revelar por completo el próximo 26 de octubre, cuando un tribunal londinense entregue una declaración oficial respecto a su muerte.
La cantante falleció, a sus 27 años, el sábado 23 de julio. En su funeral, Mitch Winehouse comentó que su hija había superado hace tres años su adicción a las drogas y antes de su muerte no había bebido alcohol.
"No estaba deprimida", había revelado Mitch Winehouse, cuando se dirigió a los asistentes en la inhumación de los restos de la artista. Pese a que un mes antes del deceso, Winehouse había tenido que cancelar un concierto en Belgrado y su gira por Europa por presentarse ebria arriba del escenario, el padre de la artista dijo ese día: "Desde hace semanas estaba tratando de lidiar con la bebida y había completado tres semanas de abstinencia”.
La cantante fue hallada muerta en su casa de Londres. En un principio se especuló con la posibilidad de que la artista, que luchaba desde hace años contra su adicción a las drogas y el alcohol, hubiese fallecido a causa de una sobredosis.
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