Escape Media Group, el combo empresarial dueño de la plataforma musical gratuita Grooveshark, se enfrenta a una nueva demanda. Esta vez han sido un grupo de editores los que han denunciado a Grooveshark ante un juzgado de Nasville por vulnerar la legislación norteamericana sobre copyright.
Suponemos que los que hacemos uso de Grooveshark para escuchar música en, por ejemplo, nuestro puesto de trabajo sin tener que cargar con CDs o archivos de ninguna clase nos podemos ir dando por jodidos. Probablemente la demanda saldrá adelante y EMG se verá obligada a retirar toda la música de los demandantes. Y el resto, como una bola de nieve, irá cayendo por su propio peso. Parece ser que a nadie se le ha ocurrido pensar que puede que el sistema de Grooveshark puede animar al usuario a comprar música. Y eso que algunos grupos como The Black Lips o My Morning Jacket han estrenado sus últimos discos en la plataforma. De momento los usuarios de iPhone que no hayan pirateado su terminal siguen sin poder instalarse la aplicación móvil de la plataforma. Veremos en qué queda todo esto, pero pinta mal mal.
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