jueves, 1 de septiembre de 2011

Paleophonía: la muestra que recorre la historia de la grabación sonora (España)

Desde las primera materialización visual de algunos sonidos bajo determinadas condiciones, anotadas en el siglo XVII por Galileo Galileo en su tratado "Diálogo sopra i due mássimi sistemi del mondo", hasta finales del siglo XIX, el hombre ha intentado "apresar el sonido" sin lograrlo con éxito hasta entrado el siglo XX, ha explicado el coleccionista y musicólogo en una rueda de prensa. Delgado, prestigioso intérprete e investigador especializado en música antigua -principalmente islámica y medieval-, exhibe a través de treinta aparatos de su colección particular ese intento de siglos por registrar el sonido, dentro de un muestrario que podrá visitarse hasta el 9 de octubre y con el que la Diputación de Valladolid ha inaugurado su temporada de exposiciones. El ingenio más antiguo de los mostrados en el denominado Puck La Sirene, fabricado en Alemania en 1904, mientras que el más moderno es un Picocasette Dictaphone (dictáfono) manufacturado en Japón por la multinacional JVC en 1985. En medio queda una galería de aparatos que certifican el afán del hombre por mejorar la grabación y reproducción sonora, desde la cera comercial y el celuloide hasta el disco de Berliner (de pizarra), el vinilo, la cinta magnetofónica y el casete, antes de llegar al compact disc actual. La mecánica, la electrónica y finalmente la informática determinan los distintos estadios por los que ha transcurrido ese esfuerzo que tiene en el científico Thomas Alva Edison, en el último tercio del siglo XIX, a su principal pionero cuando el 15 de enero de 1878 registró su primera patente bajo el nombre de Phonograph. "Todo deriva de ese gran invento que es el ocio, en las sociedades urbanas y pre-modernas de finales del siglo XIX, cuando se regulan los horarios laborales y el hombre tiene la posibilidad de disfrutar de tiempo libre", ha explicado Delgado. Dentro de ese contexto social, las máquinas de grabar obtuvieron un éxito enorme hasta el punto de convertirse en verdaderos elementos democratizadores de la música", ha sugerido durante una rueda de prensa que ha compartido con Luis Hormaechea, autor de las fotografías del catálogo de la exposición. Mucho tiempo ha tardado el hombre en "perpetuar el sonido", bastante más que lo hizo con la arquitectura o la imagen (fotografía), ha referido el coordinador de la muestra para manifestar las dificultades de una empresa que ha requerido grandes dosis de investigación y paciencia para lograr la mayor calidad posible y que aún no ha concluido con las posibilidades que procuran las nuevas tecnologías. La Fundación Joaquín Díaz, radicada en Urueña (Valladolid) al igual que el Museo Luis Delgado de Instrumentos Musicales del Mundo, ha colaborado en "Paleophonía".
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