lunes, 6 de julio de 2009

El Cuarteto Emerson se presentará hoy y mañana, en el teatro Coliseo

En ciertos ámbitos, es impropio juzgar a una persona por las compañías que tiene. En un tribunal, no prosperan las argumentaciones del tipo "dime con quién andas y te diré quién eres". Sin embargo, para bien o para mal, en terrenos más pedestres, el viejo refrán, aun cuando no sea formulado expresamente, es ampliamente utilizado para acercarse al trazado del perfil de un individuo que, con las salvedades del caso, puede tener alguna validez.

En el campo de la música, cuando los sonidos todavía no están al alcance de los oídos, la idea de indagar en este tipo de referentes indirectos para tener alguna idea aproximada sobre los valores, digamos, de un cuarteto, puede ser de gran utilidad. Pero habría que ampliar el campo de las indagaciones y exigir respuestas a otros imperativos como "dime para quién grabas", "dime qué premios has obtenido" o "dime qué repertorio haces". Y con el Cuarteto Emerson, que hoy y mañana se presentará en el Coliseo para el Mozarteum Argentino, las respuestas pueden ser largamente reveladoras.

Antes de acudir a las contestaciones pertinentes, recordemos que el Cuarteto Emerson es un ensamble neoyorquino fundado en 1976, cuando se cumplía el bicentenario de la independencia estadounidense, y que, a diferencia de tantos conjuntos que apelan a apellidos de músicos, tomó su nombre de Ralph Waldo Emerson, un notable ensayista, poeta y filósofo el siglo XIX; una elección cargada de simbolismos. Y en el terreno de las distinciones y originalidades, no viene mal señalar que debe de ser el único cuarteto en el mundo cuyos integrantes tocan de pie, salvo el chelista, por supuesto.

Prestigio y experiencia

Ahora sí, entonces, siguiendo el orden sugerido, avancemos en la identificación del cuarteto. El Emerson tiene en su haber más de cuarenta álbumes registrados para Deutsche Grammophon, el célebre sello amarillo, posiblemente el más prestigioso en el mundo de la música clásica. De ellos, una decena han obtenido premios otorgados a ambos lados del Atlántico, aunque, a pura subjetividad y puestos a elegir uno de entre todos ellos, bien podríamos destacar el que editaron hace exactamente veinte años con la integral de los cuartetos de Bartók.

Por último, la mera observación de los títulos incluidos en sus registros discográficos permite concluir que el repertorio del Emerson es amplio e ilimitado. Sin embargo, lo más oportuno parece ser, con respecto a esta premisa, analizar y admirar lo que harán en el teatro Coliseo. Cambiantes, dificultosos, osados y altamente demandantes, para los intérpretes y para el público, son dos programas diferentes los que presentará el Cuarteto Emerson.

Esta noche sonarán el intrigante primer cuarteto de cuerdas de Charles Ives, el bellísimo cuarteto de Ravel y esa maravilla absoluta que es el cuarteto "La muerte y la doncella", de Schubert. Mañana, arrancarán con el Cuarteto Op.74, Nº2, de Haydn, continuarán con el oscuro, intenso y muy reflexivo cuarteto Nº 13 de Shostakovich y, para terminar, el cuarteto americano de Dvorák.

Contestadas aquellas preguntas iniciales y, ahora sí, a través de la contemplación en vivo y en directo, aquellos que puedan acudir al Coliseo podrán confirmar que, efectivamente, el Cuarteto Emerson es uno de los más notables del planeta.

Así de sencillo y contundente. Y para aventar cualquier atisbo de envidia o recelo, ratifiquemos, una vez más, que ambos programas son fascinantes.

Pablo Kohan


Cuarteto Emerson, con obras de Ives, Ravel, Haydn y Shostakovich, entre otros.

Teatro Coliseo, Marcelo T. de Alvear 1125. 6 y 7 de julio, a las 20.30.

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