No sé ustedes, pero cuando yo voy al concierto de un artista que realmente me gusta, casi siempre me pongo a pensar en lo bueno que sería que el artista o grupo en cuestión decidiera alargar su set unos minutos e incluso una hora más de lo que normalmente toca. Supongo que no soy la única y la verdad esto parece una buena idea hasta que te enteras que la multa por sobrepasar el horario permitido podría alcanzar los 54 mil dólares.
Resulta que durante su presentación en el Festival Coachella de este año, Paul MacCartney decidió tocar 54 minutos más de los que tenía programados, sobrepasando así el horario permitido por las autoridades locales para que finalizara el evento del día.
Aunque no fue el único, ya que los Killers y The Cure también tocaron media hora más de lo pactado en sus presentaciones (de hecho a The Cure prácticamente le bajaron el switch para ver si se callaban y ni así). El problema para los organizadores es que si las autoridades locales les imponen una multa, esta sería de mil dólares por cada minuto que haya sobrepasado el límite, así que a los 54 mil dólares de Macca hay que sumarle los 30 de cada uno de los otros dos grupos.
Yo la verdad no dudo que las ganancias del festival den para cubrir este tipo de inconvenientes, pero aún así supongo que los organizadores deben estar cruzando los dedos para que las autoridades se vean comprensivas. A ver qué tal les va.
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