Un fogón en pleno invierno: la voz y la guitarra criolla de Lucio Mantel. Una docena de canciones-luciérnagas: las que habitan "Nictógrafo". Hermosa huella para los sentidos, la que dejó el cancionista porteño hace un año, tras compartir aquí las criaturas de su álbum debut en el ciclo Versión Zero. Y, buena noticia: Lucio Mantel regresa.
El inquieto músico volverá a encender su música -hoguera cálida y luminosa- en nuestra ciudad, el viernes 10 de septiembre, en el auditorio Adolfo Calle (Mendoza, Argentina). Antes hará lo propio el mendocino Martín Rafaniello.
Desde ese escenario, Mantel obsequiará las canciones de su primer disco de autor más un adelanto de Miniatura", aún en etapa de edición y que verá la luz dos años después de su elogiado "Nictógrafo".
En su nueva obra, el cancionista sumó una orquesta arreglada y dirigida por Alejandro Terán y Pedro Onetto, y plasmó las bondades de Liliana Herrero, Andy Inchausti (director de La Bomba de Tiempo), Fernando Mántaras, Martín Reznik y Ezequiel Borra. También, las de Fer Isella, Carli Arístide y Leila Cherro, quienes lo acompañaron en el primero.
El material, sin embargo, continúa en la personalísima senda compositiva que comenzó a transitar hace tres años, cuando se aventuró como solista. En ella, los límites de los géneros se esfuman y se multiplican hacia nuevas aristas. De allí la riqueza armónica y rítmica que destilan "Refugio”, “Nadie en el espejo”, “Lunar”, “Vapor”, “Túnel” o "Zamba desnuda", algunas de las piezas de su primer puzzle musical; ése que podremos armar y desarmar en vivo, una vez más.
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