"Fui a la máquina de bronceado, la puse al tope y me desmayé en la cama. Me desperté unas horas después como si a mi cuerpo le hubiese caído una bomba atómica", declaraba enfadado Osbourne. Su descuido le valdrá unos cuantos meses de reposo, en los que quizá no pueda ni andar por un tiempo. Tras la traumática experiencia, el cantante afirma que evitará caer en la tentación de los rayos UVA y estará muy feliz de "seguir siendo pálido" el resto de su vida
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