CIUDAD DE MÉXICO (07/OCT/2011).- .- El guitarrista jalisciense Carlos Santana considera a su música una vía a través de la cual lleva un mensaje para proveer de paz y armonía a quienes escuchan sus melodías.
“No una revolución de violencia, sino una evolución de compasión, esa es la propuesta del sonido de Santana”, señaló el intérprete en entrevista telefónica desde Los Ángeles.
El músico siempre ha abogado por iniciativas de beneficencia y ahora no es la excepción, ya que ofrecerá un concierto el sábado 15 de octubre en León, Guanajuato, para apoyar la educación infantil, a través del Centro Fox.
“Es una cosa sólida y clara: entre más invirtamos y demos muchísima educación a las personas, más sabrán valorarse a ellos mismos, y no pueden hacerle daño a otros; entre más educa uno a la gente, nos educamos a nosotros mismos y menos tiene uno tendencias de ser una bestia brutal, sin compasión”, añadió sobre un proyecto que emprendió a favor de la educación de la juventud.
Sin miedo a las críticas
El músico de Autlán, quien siempre ha procurado defender los derechos sociales, argumentó que la parte de la violencia en México puede liberarse con la legalización de la mariguana, pues si bien los problemas terminaron en Estados Unidos cuando se permitió la venta de alcohol, algo similar podría ocurrir en el país. “A veces me pregunto por qué se pelean por un charco o el aceite o las drogas; yo no tengo miedo de decir que, el día que la legalicen, todo eso se acaba. Legalicemos la mariguana y agarramos todo ese dinero para estudiantes, profesores y escuelas, hagamos una vuelta para mejorar y hacer una cosa sólida, que haya paz, ternura y compasión. Y si queremos que pare la violencia y la brutalidad y tanta cosa tan cruel, no nada más en México, sino en el mundo, hay que invertir en la educación”.
Defensor de los derechos humanos
Santana también ha colaborado en la búsqueda del respeto a los derechos humanos y ha fomentado la equidad entre las personas. “Todo cambia cuando dejas de cooperar con algo, nosotros colaboramos mucho con este plan que es ahora Estados Unidos, y nos tratan como si fuéramos plagas. El día en que nos veamos sin violencia, sin prejuzgar, con integridad, con inteligencia y con dignidad, las cosas cambiarán. Nací en México, pero yo no tengo alianza ni de la bandera americana ni de la mexicana; yo tengo alianza con la humanidad, los niños, las mujeres y los corazones. Yo vine para darle más atención a la gente invisible en Estados Unidos, que son los latinos, pero no tengo ningún complejo de superioridad o de inferioridad, no puedo cantar ningún himno mexicano ni americano; yo canto un himno en el que todos somos iguales”, puntualizó.
Trasciende lo sensorial
El maestro de la guitarra, quien ha matizado con su instrumento diversos temas, refirió que su música trasciende el aspecto sensorial. “La música de Santana por un lado es para hacer bailar y gozar, una cosa sólida sensual. Pero por el otro tiene un espíritu que no se puede medir con una computadora o un satélite, es una cosa que es más que yo”.
La espiritualidad y devoción son dos características del guitarrista, quien ha dedicado su trayectoria a rodear su vida de paz, por ello espera al final de sus días haber apoyado con su trabajo terrenal.
“Cuando muera no me voy a llevar nada, sólo mis experiencias y mis pensamientos, y yo estoy muy alegre”.
''Si queremos que pare la violencia y la brutalidad (…), no nada más en México, sino en el mundo, hay que invertir en la educación.''
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