Desde hoy (28 de setiembre) y hasta el viernes 3 de octubre, Maturano dictará un curso de batería interactivo que ha llamado "Días intensivos de bateristas" y que incluirá material de estudio como sus libros "Working the inner clock" y "Left footclave handbook".
Las clases se llevarán a cabo en el auditorio delCicunc (de la Universidad Nacional de Cuyo, en la ciudad universitaria), en horario de 19 a 22, y su costo es de 200 pesos por los cinco días. Contacto: phil@philmaturano.com
El percusionista estadounidense está en nuestra provincia para dictar un curso.
Discípulo del maestro Roy Mc Curdy, uno de los más reconocidos jazzistas de su generación, Phil Maturano creció en una familia de músicos y se enamoró de la batería a edad temprana. Comenzó su carrera profesional a los 18 años.
A los 23 se graduó en el Musicians Institute PIT, donde también ejerció como docente y desarrolló desde 1987 varios métodos de aprendizaje como “Trabajo del reloj interno” y “Latin soloing de la batería”.
Todas las experiencias en música afro-cubana, R&B, jazz, rock, world music y hasta punk rock, están plasmadas en su trabajo docente, una experiencia que lo trae a Mendoza para dictar un workshop de batería y, de paso, reencontrarse con su pariente local, ya que tiene un tío que vive en nuestra provincia desde hace casi una década.
-¿Cómo es tu lazo con Mendoza? ¿Venís de una gira?
-Ésta es la segunda gira que hago con mi banda (Phil Maturano Quartet) por Argentina. Recién terminamos una semana de seminarios y conciertos en Buenos Aires. Es que pasé tiempo en Argentina, de niño, cuando mis padres se divorciaron.
Tengo un tío aquí en la provincia que me cuidó muchísimo e hizo que esos tiempos difíciles fueran más agradables. Por eso tengo mucho amor por Mendoza. Los años que pase aquí de niño me formaron mucho, inculcando memorias, otra cultura y el idioma.
-¿Ser músico se aprende o se nace?
-Creo que las dos cosas. El talento sólo te lleva a cierto punto. Después lo que vale es el sacrificio y el trabajo que le ponés a tu vocación. Puede haber un talento innato para la música, pero a ese talento hay que cultivarlo con años de estudio, dedicación, paciencia, tolerancia, sacrificio, tenacidad, disciplina mental y corporal, es decir un grado de entrega casi total.
-¿Cómo ves el nivel de los músicos argentinos?
-Es como en cualquier lugar. Hay buenos y no tan buenos. Pero veo que la cultura musical más popular aquí es, en realidad, de otros países. Eso quizá limite lo más valioso que puede tener un músico, lo que lo destaca en el mundo, su voz particular. Creo que uno debe partir siempre de esa cualidad autóctona que lo caracteriza para poder absorber las voces del resto del mundo y mezclarlas con la propia.
-¿Nueva York sigue siendo la capital de la música?
-Absolutamente. Allí los músicos siempre decimos: “En NY nadie es el rey”, porque hay muchísimos músicos de un nivel altísimo que sacrifican toda su vida para estar allí, tocar y procesar el sonido de la ciudad en sus manos.
fuente
su sitio en MySpace (hacer click acá)
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