María José Arias esperó el pasado lunes a Morrissey en la puerta de un hotel hasta que el intérprete salió a comer a un restaurante, instante que un puñado de fanáticos aprovechó para sacar fotografías y pedirle autógrafos en discos y papeles.
Arias, sin embargo, le pasó al ex vocalista de The Smiths un plumón (una fibra) y le extendió su brazo izquierdo para que se lo firmara, tras lo cual la fanática fue donde una tatuadora para hacer imborrable de su cuerpo el recuerdo.
La mujer detalló a periodistas que hace nueve años que tenía en mente tatuarse un autógrafo de Morrissey y que el martes pasado volvió al hotel para mostrárselo al cantante, quien lo miró con 'asombro'.
El cantante británico se presentará este viernes 24 de febrero en el Festival Internacional de la Canción de Viña del Mar, el cual inició la víspera en ese balneario distante 120 kilómetros al noroeste de Santiago.
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